Nuestra dieta es muy importante para la prevención y el tratamiento de las enfermedades de la cavidad oral.
Necesitamos un buen estado nutricional para el desarrollo correcto
de los dientes, para que las encías y la mucosa estén integras y además para que
los huesos estén fuertes.
Además, el estado de nuestra boca también puede influir en nuestra alimentación, en la
capacidad de consumir una dieta adecuada y lograr el equilibrio nutricional, Por eso las
personas de edad avanzada cuando pierden los dientes tienden a alimentarse peor.
Etapas de formación de los dientes.
El desarrollo de los dientes comienza en el embarazo, desde la 5ª-6ª semana de embarazo. Primero se forman los dientes temporales o "de leche" y poco antes del parto comienzan a desarrollarse los definitivos. Es por eso que, una nutrición materna inadecuada ejerce un impacto negativo sobre el
desarrollo de los dientes. La dieta de la madre embarazada debe ser
rica en nutrientes y sobre todo en calcio.
Tras la erupción (salida de los dientes), la dieta y la
ingesta de nutrientes siguen influyendo sobre el desarrollo y la mineralización
de los dientes.
Además, para tener una boca sana, debe existir un equilibrio entre una gran cantidad de bacterias y este equilibrio que se rompe cuando, por falta de higiene y exceso de azúcares en la dieta, empiezan a predominar las bacterias que producen la caries, sobre todo una que se llama estreptococo mutans. Esta bacteria da lugar a un círculo vicioso porque produce ácido al fermentar los azúcares, y el ambiente ácido hace que las bacterias buenas no puedan vivir y cada vez hay más de estos estreptococos.
Caries dental.
La caries dental es una de las enfermedades infecciosas más
comunes, incluso por delante de otitis y amigdalitis que nos parecen tan
frecuentes.
En la etiología de la caries dental intervienen muchos
factores, de los que cuatro pueden actuar al mismo tiempo:
1) huésped o
superficie dental susceptibles: La fragilidad de nuestros dientes dependen
de factores genéticos y también de ese desarrollo del diente del que hablábamos
antes. La saliva alcalina puede tener un efecto protector, mientras que la
ácida aumenta la susceptibilidad al deterioro.
2) microorganismos,
los más prevalentes son Streptococcus mutans, seguido de Lactobacillus casein y
Streptococcus sanguisen, que intervienen en el proceso de formación de caries debido
a su capacidad de metabolización de hidratos de carbono fermentables en la
cavidad bucal, lo que genera ácido como producto de la degradación y este acido
ocasionar el deterioro
3) hidratos de
carbono fermentables en la dieta, es decir, son los hidratos de carbono que
son susceptibles a la acción de la amilasa salival. Estos hidratos de carbono son
el sustrato ideal para el metabolismo bacteriano, sobre todo se encuentran en
cereales, frutas y lácteos.
4) tiempo que
permanecen las bacterias en la boca para metabolizar los hidratos de
carbono fermentables, producir ácido y provocar la caída del pH salival a menos
de 5,5. Cuando el pH es ácido, lo que puede producirse en escasos minutos, las
bacterias bucales pueden poner en marcha el proceso de desmineralización. Este
tiempo de permanencia lo podemos disminuir con un buen cepillado inmediatamente
después de la ingesta.
En cuanto comemos los hidratos de carbono fermentables
disminuye el pH de la boca, y comienza la desmineralización del diente, por eso
también es menos lesivo para los dientes, comer tres galletas juntas que una
galleta cada hora.
Estas bacterias se transmiten al recién nacido, sobre todo al besarle o al meternos en la boca el chupete del bebe y, cuanto antes se implante este tipo de población de bacterias bucales desequilibradas en una persona, antes se le pueden producir caries, incluso en los primeros dientes.
Por eso se recomienda:
- Cepillarle los dientes dos veces al día (después del desayuno y antes de acostarle) ya desde el primer diente. El primer cepillo será del tamaño adecuado a la boca del bebé.
- Se recomienda, en estos primeros dientes, utilizar una pasta baja en flúor, con solo 1000 partes por millón (ppm) de flúor y en una cantidad similar al tamaño de un grano de arroz.
- vigilar la ingesta de flúor y se recomienda suplementos en algunas zonas en niños entre los 6 meses y los 6 años. La mayor concentración de flúor en los alimentos que ingerimos se encuentra en las aguas ricas en este mineral y en las verduras y hortalizas regadas con esas aguas. Por desgracia, esto no ocurre el las aguas de La Rioja que contienen niveles bajos de flúor.
Mensajes sobre nutrición relacionados con la salud bucal para niños de 3 a
10 años y sus cuidadores.
· Las comidas y tentempiés deben incluir productos
lácteos, porque los productos lácteos (leche desnatada, yogur) estimulan la
remineralización y contienen calcio. Aumentan el pH de la boca.
· Los hidratos de carbono fermentables deben
combinarse con alimentos masticables como frutas frescas y vegetales, porque
los alimentos masticables fibrosos estimulan la producción de saliva y la
capacidad de amortiguación.
· Las comidas deben espaciarse al menos 2 h y el
tiempo de consumo de los tentempiés debe limitarse a 15-30 min, porque los
hidratos de carbono fermentables comidos uno tras otro, estimulan la
desmineralización.
· Hay que limitar los tentempiés al irse a dormir,
porque la producción de saliva disminuye durante el sueño.
· El consumo de alimentos ácidos como bebidas
deportivas, zumos y sodas debe limitarse, porque los alimentos ácidos favorecen
la erosión dental que aumenta el riesgo de caries.
· En los tentempiés deben combinarse proteínas con
hidratos de carbono: por ejemplo, atún y galletas saladas, manzanas y queso,
porque las proteínas actúan como amortiguadores y son cariostáticas (no se
pueden metabolizar por las bacterias de la boca).
· Hay que combinar alimentos crudos con procesados
o cocinados en los tentempiés, porque los alimentos crudos estimulan la
masticación y la producción de saliva, mientras que los cocinados o procesados
pueden ser más fáciles de metabolizar por las bacterias si se comen solos.
Prevención de la caries
Los programas para la prevención de la caries se centran en
una dieta equilibrada, modificando las cantidades de hidratos de carbono
fermentables y potenciando las prácticas de higiene oral.
Las comidas y tentempiés deben ir seguidos de un cepillado,
un enjuague enérgico de la boca con agua o el masticado de un chicle sin azúcar
durante 15 a 20 min, preferiblemente chicles que contengan xilitol (en niños
mayores de 6 años).
Hay que estimular los hábitos positivos, como el uso de
alimentos anticariógenos (Los
alimentos anticariógenos son los que evitan que la placa reconozca alimentos
acidógenos (hidratos de carbono fermentables) cuando se consumen con
anterioridad a estos. Entre ellos figuran los quesos Cheddar, Monterey Jack y
Emmental curados debido al contenido en calcio, fósforo y caseína del queso) o cariostáticos para los tentempiés, la
masticación de chicle sin azúcar tras comer o beber y tomar los dulces con las
comidas en lugar de entre horas.
Hay que intentar evitar tomar bebidas con gas a sorbos
durante un tiempo prolongado, los tentempiés frecuentes y mantener caramelos,
pastillas mentoladas azucaradas para el aliento o caramelos duros en la boca
durante mucho tiempo. Los fármacos masticables o líquidos y los complementos
vitamínicos, como la vitamina C masticable o el jarabe antitusígeno, que pueden
adquirirse sin receta médica, suelen contener azúcares y potenciar el riesgo de
caries.
Los tentempiés «sin grasa» y los postres, las patatas fritas
y las galletas saladas para tentempiés tienden a contener una concentración
mayor de azúcares simples que sus equivalentes con mayor contenido en grasa.
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