miércoles, 27 de abril de 2022

Como cuidar una Celosía plumosa

Estaba buscando semillas o esquejes con los que repoblar el jardín, ya que nuestra mascota lo ha dejado bajo mínimos y esta frase que he leído en múltiples foros me ha convencido totalmente para decantarme por esta planta. "Son muy fáciles de cuidar", "ideales para principiantes" que quieren algo de color sin tener que complicarse demasiado.
La celosía plumosa, también conocida como cresta de gallo o amaranta plumosa, es una preciosa planta herbácea de ciclo anual (es decir, que germina, crece, florece y fructifica para luego marchitarse en un año), aunque pueden actuar como plantas perennes en zonas de climas cálidos. Originaria de América tropical, Asia y África, que se utiliza mucho para decorar jardines, patios y balcones durante unos meses.
  • Es una planta que tiene que estar en el exterior, a pleno sol. La celosía plumosa se puede tener en maceta decorando el patio, el balcón o la terraza, o bien en el jardín como planta de macizo por ejemplo. Su tamaño puede rondar los 40 o 60 cm de altura.
  • El riego ha de ser frecuente, sobre todo en verano. Hay que regar cada 2 días durante la temporada estival y algo menos el resto del año. Cuando tiene falta de agua sus hojas te avisaran quedando algo lánguidas que al regar recuperaran su porte rápidamente. Eso sí, evita en lo posible en el encharcamiento: si la cultivas en maceta con un plato debajo, acuérdate siempre que riegues de quitarle el agua que haya sobrado a los 30 minutos, puesto que de lo contrario sus raíces se pudrirán y morirán. Asimismo, es importante no mojar la parte aérea, es decir, hojas ni flores, pues podrían quemarse con el sol o volverse atractivas para los hongos, quienes acabarían con ellas en cuestión de poco tiempo.
  • La tierra a utilizar depende de dónde la quieras cultivar, para la maceta: usar sustrato de cultivo universal, a ser posible mezclado con un 30% de perlita o similar para que el drenaje sea bueno. En el jardín: en el caso de que quieras tenerlo en el suelo debes saber que crece bien en todo tipo de tierras siempre y cuando tengan buen drenaje.
  • Respecto al abonado, durante la floración se aconseja abonar con un abono orgánico líquido, como el guano. Otra opción es abonarla con abonos específicos para plantas de flor. En cualquier caso, hay que seguir las indicaciones especificadas en el envase del producto para minimizar al máximo el riesgo de sobredosis.
  • Deben despuntarse los ejemplares jóvenes para propiciar el crecimiento de las ramillas laterales y una mayor cantidad de flores. La floración también se incrementa al sacar las flores marchitas.
  • Se multiplica fácilmente por semilla bien en semillero o en sitio definitivo de emplazamiento. Si es en suelo, debemos proveer la zona de plantación de un buen sustrato orgánico con suelo suelto y muy bien mullido. El sustrato, se debe de mantener siempre húmedo hasta que las semillas hayan germinado. Cuando broten y tengan ya varias hojas es conveniente efectuar algún ligero pinzamiento, de esa forma, conseguiremos que las plantas cojan  más volumen y tengan un porte más frondoso y esbelto. Al cabo de varias semanas (4-5-6) las plantas empezarán a florecer.
  • El momento idóneo para plantarla en el jardín o para pasarla a una maceta mayor es en primavera, cuando la temperatura mínima sea de al menos 18 grados centígrados.
  • Es bastante resistente, pero suele tener problemas de ácaros y de oídio. El primero se trata con un acaricida, y el segundo con fungicida y controlando los riegos. Además, es importante que durante la temporada de lluvias vigiles a los caracoles, pues tienen tendencia a comerse las hojas.
  • No tolera las corrientes de aire, el frío, ni las heladas. De hecho, al ser anual, lo normal es que tras florecer sus hojas empiecen a marchitarse. Para alargar un poco su vida, lo que se puede hacer es cortarle las flores justo cuando veas que comienzan a ponerse feas. La planta empieza a morir cuando la temperatura es de 10 grados centígrados.

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