lunes, 24 de julio de 2023

Higiene del sueño.

Para que no tengamos problemas de sueño y descansemos correctamente, es muy importante tener unos buenos hábitos de sueño. 
La higiene del sueño es el conjunto de hábitos y prácticas que favorecen un sueño saludable y reparador. Dormir bien es fundamental para el bienestar físico, mental y emocional de las personas, ya que durante el sueño se producen procesos vitales como la regulación hormonal, la consolidación de la memoria, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la recuperación energética.
Es importante que desde pequeños comencemos a acostumbrarnos a unas pequeñas rutinas, que nos ayudarán a dormir mejor. 
Por ejemplo, es conveniente mantener un horario de sueño regular, incluso los fines de semana. Levantándonos y acostándonos mas o menos a la misma hora todos los días. 
Debemos evitar hacer ejercicio físico a última hora del día, para que este no nos active y nos desvele .
Hay que evitar ingerir bebidas alcohólicas antes de irse a la cama y si las evitamos durante todo el día ya es de nota. También evitar el consumo de cafeína, nicotina y otras sustancias estimulantes, especialmente en las horas previas al sueño.
No es aconsejable irse a la cama después de una comida copiosa, al tumbarnos en la cama podemos favorecer el reflujo (el paso de comida del estomago al esófago) que nos va a dificultar tener un sueño de calidad, por lo que es mejor evitarlas antes de dormir.
Las siestas no más allá de las tres de la tarde y no más de 20 minutos.
Crear un ambiente propicio para dormir, con una temperatura adecuada, una iluminación tenue, un colchón cómodo y un silencio relativo.
Saca de la habitación la TV, tablet, teléfono y demás dispositivos electrónicos. Es importante no tener dispositivos electrónicos cerca de nuestra cama, pues se ha observado que alteran nuestro sueño. Además de alterar nuestro ciclo de sueño vigilia.
Consultar con un médico si se padece algún trastorno del sueño como insomnio, apnea, ronquidos o pesadillas, y seguir el tratamiento adecuado.
Si cuando te acuestas, no puedes dormir en 20 minutos, levántate y haz alguna actividad relajante. Después de eso, vuelve a intentar dormirte. 
Tómate un momento para evaluar tu higiene del sueño y realizar los cambios necesarios para disfrutar de un sueño reparador y revitalizante cada noche. ¡Tu cuerpo y mente te lo agradecerán!

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