miércoles, 27 de junio de 2018

Cena en la calle Laurel.

Este sábado quedamos con unos amigos para cenar. Intentamos reservar en varios locales sin éxito y al final lo conseguimos en letras de laurel.

Es un local con una decoración muy cuidada en la calle laurel.
Tuvimos que coger el primer turno de cena, porque también estaba lleno.
A la hora acordada pasamos al comedor. El comedor está decorado con mucho gusto. En un primer momento estábamos solos. Nos sentamos y rápidamente nos atendieron.
La atención fue muy buena, en algunos momentos demasiado.
Pedimos cuatro menús del día a 18 € cada uno, y compartimos un poco de nuestro platos para poder probar todo.

Probamos el pisto riojano con flor de huevo (muy rico pero con mucha cebolla), la ensalada de tomata de Calahorra, las alcachofas frescas con almejas y la ensalada de rulo de cabra. Todo muy bien cocinado y servido rápidamente.
Poco a poco el salón se fue llenando de gente. Unos comensales pidieron apagar el aire acondicionado. El ruido se fue haciendo cada vez más importante, hasta llegar a ser molesto.
De segundo probamos la lubina, el solomillo, las carrilleras y la lengua. La lengua y las carrilleras estaban buenas, la lubina sosa y el solomillo se podría mejorar porque parecía mas cocido que a la plancha.

De postre también hicimos varias catas, No tenían fresas, así que fueron la tarta de queso, una torrija que no está en este menú y los helados. La torrija para mi gusto sabía solo a limón. Lo demas estaba rico.

El colmo del pijerio fue el agua. "filtrada en ese momento y sin productos químicos". Filtrada del grifo...



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Parásitos intestinales.